Conocido como Pont de l´Estat, cruza el río Ebro uniendo dos partes del casco antiguo de Tortosa. Reemplaza a un puente anterior con vigas de celosía Linville de 55 m de luz que fue volado durante la Guerra Civil. Para el diseño del nuevo puente, Villalba utilizó la cimentación existente, lo que fue una de las razones para utilizar un puente metálico, ya que permitía ahorrar peso, y un tipo de arco atirantado para garantizar acciones verticales sobre ella.
Consta de tres vanos de 55 m formados por dos arcos metálicos de alma llena y directriz parabólica con flecha de 8 m. Todas las uniones se hicieron por soldadura, con sistema de viga Langer, siendo el primer puente soldado para carreteras construido en España. El consultor de soldadura fue Torroja.